Resumen: La vida de un pequeño pueblo se ve alterada por la aparición de un extraño iglú y las preguntas comienzan a sucederse. Una historia para aprender a mirar con los ojos del corazón. Una llamada a la solidaridad en un mundo acostumbrado a la indiferencia.

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Opinión: Es un libro que eriza la piel y no deja indiferente. Viene a decir que lo que hoy es noticia, probablemente mañana ya no lo sea. Sin embargo, en esta historia, y también en la vida real, afortunadamente hay gente que intenta dar respuesta a miles de preguntas que son complejas de resolver. En esta historia, aparece un niño que no quiere quedarse con todas esas dudas que le ha generado la llegada del iglú y de la familia que está dentro.  Y luchará contra viento y marea para dar respuesta a todas sus preguntas.

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Las Ilustraciones van muy en concordancia con el texto. La ilustradora utiliza la mezcla de colores fríos (morado, azul y el blanco) para reflejar a la familia y al iglú, en contraposición con los colores cálidos (amarillos, naranjas, rojos…) para reflejar el exterior. Es un libro ideal tanto para niños como para mayores; con él realizaremos un viaje interior lleno de sensibilidad.

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Utilización: Antes de leer el libro podemos preguntar de qué creemos qué va a ir, solo observando las ilustraciones. Una vez leído, podemos hacer una lluvia de ideas para cambiar la situación de esas personas que están dentro del iglú; podemos valorar a qué personas de nuestro alrededor podemos ayudar y cómo podemos ayudarlas.

Por otro lado, es perfecto para trabajar el debate y la reflexión en relación a temas como: La ignorancia, la paz, la indiferencia, las injusticias,  la diversidad y el respeto.

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Siguiendo este hilo conductor, se puede introducir la ayuda que hacen algunas personas de manera desinteresada y la importancia de las Organizaciones No Gubernamentales. (ONG) Y la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Ideal para el día de la Paz.

Es importante dejar claro que, aunque sea con pequeños gestos de solidaridad, compromiso y empatía se puede colaborar. Y que sean conscientes de que el mundo está lleno de iglús que todos podemos cambiar.

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“Nadie les ve. Nadie les hace caso. La gente es feliz si piensan que no existen…pero están ahí en su iglú.”

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Como siempre digo, las opciones son infinitas tanto como nuestra imaginación.