Resumen: Lucas siempre ha soñado con volar. Cada año en Navidad o cuando apaga las velas de su cumpleaños, desea un par de alas. Trata por todos los medios hacer realidad su sueño. Sin embargo, sus ingeniosas alas siempre fallan. Su madre un día le dice que hay muchas maneras de volar. Lucas entonces comienza a adentrarse en el mundo de la lectura, tanto, que la biblioteca del barrio, las noticias, los bomberos y otros personajes saben de la existencia de este niño que no deja de leer y que ha conseguido construir la montaña de libros más alta del mundo. Es entonces cuando descubre que ha logrado su objetivo.

 

Opinión: Este álbum ilustrado es uno de los favoritos de mi colección. Y os preguntaréis por qué. Pues aquí os desvelo el secreto:  Con él puedes conseguir que los niños que tienes a tu alrededor comiencen a entusiasmarse por la lectura. Actualmente estamos sobre-explotados con las tecnologías y a la mayoría de los niños les cuesta dejarlas un rato a un lado para explorar otros mundos con la lectura. Las preciosas ilustraciones de Rocío Bonilla y sus dulces personajes hacen que te enganches a mirar todos y cada uno de los detalles. Con este libro viajas a muchos lugares, y al final, los niños reconocen el mensaje del libro: leer nos permite volar y descubrir historias maravillosas y lugares apasionantes.  Además al final del álbum, nos viene un medidor de regalo con la imagen de la portada. Éste, nos sirve para pegarlo en la habitación y que los pequeños lectores se midan ellos mismos pero también para hacer una montaña de libros y ver hasta dónde llega.

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Utilización: Como siempre digo, las aplicaciones son infinitas. Aquí os dejo algunas ideas:

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-Leer el libro y observar las bonitas ilustraciones.

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-Describir a Lucas; por ejemplo: soñador, persistente, cabezota e incluso apasionado , al final, por la lectura. Describir los diferentes sitios por los que viaja Lucas y reconocer los personajes con los que se va encontrando y sus ambientes.

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- Fotocopiar el medidor por partes, colorearlo y pegarlo como las piezas de un puzzle de tal manera que hayamos construido nuestro propio medidor de libros de lectura. (La aplicación del mismo también conlleva inteligencia matemática, puesto que al ordenarlo y medirse va a estar aplicando unidades de medida de longitud).

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-Trabajar los inventos. Lucas quería construir unas alas para volar. Si nosotros tenemos un sueño, ¿qué construiríamos para alcanzarlo?.