¡Hola iglumañosos!
Hoy os traigo una manualidad sencilla, divertida, económica y reciclable para hacer en el cole o con tus hijos: la botella de la calma.
Los materiales que vas a necesitar son los siguientes:
-Una botella de plástico o tarro transparente -Pegamento líquido transparente -Purpurina -Colorante (opcional) -Agua caliente -Silicona caliente (opcional)
Procedimiento:
Vierte el agua caliente en el tarro llenándolo sus tres cuartas partes.
Después vierte el pegamento líquido y la purpurina y/ o colorante opcional. Al estar el agua caliente, el pegamento se va a disolver rápido.
Deja un espacio vacío en la parte superior del bote para que se pueda agitar su contenido.
Cierra bien el frasco y, si lo deseas, puedes sellar la tapa con una pistola de silicona (si tu tarro es de cristal). Lo mejor, es utilizar una botella que cierre bien o un recipiente de plástico con tapa a rosca.
Lo ideal es que ellos elijan el color de la purpurina que quieren utilizar y que reconozcan el momento en el que desean utilizar este instrumento para relajarse o concentrarse. El título dice que es para niños inquietos porque ayuda a relajarnos, pero cualquiera, incluso los adultos podemos tener la nuestra.
¡Ya está listo para agitar!
(Fotografía: Pinterest)
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